¿Cuál es tu ritual para jugar?
¿Dónde juegas? ¿En donde te sientas?
¿Cómo te sientas?
¿Tienes algún lugar preferido para jugar?

La forma en la que controlamos nuestro juego usualmente depende de esto. Unos prefieren el ambiente casual de la sala de la casa, otros, una estación de batalla con todos los juguetes y luces RGB. Más allá de eso, la forma en la que interactuamos con los juegos afectan a la experiencia de muchas formas: Desde la dificultad hasta la comodidad.

Al final, ¿cuál es la mejor forma de controlar un videojuego? A continuación lo veremos.

Seguramente tu primera experiencia con un videojuego fue a través de un control. Y es que el control ha sido fundamental en el desarrollo de las consolas tal y como las conocemos hoy. Desde la cruz de direcciones y los botones básicos (A, B, Inicio) hasta los controles joystick analógicos, gatillos, motor de vibración y demás artilugios.

La idea es tener todas las posibilidades entre tus manos. Cada acción dentro del juego al alcance de tus dedos. Por supuesto, a medida que los juegos se hacen más complejos, también los controles… Esto puede hacer de un control de XBox algo muy intimidante para quien suele jugar con las consolas de Nintendo, que suelen ser más sencillas.

Pero, en cuanto a comodidad, el control es el rey. Nada como estar relajado en el sofá de la sala, completamente echado mientras juegas una partida… aunque inclines tu cuerpo hacia adelante cuando el juego se pone serio y necesitas concentrarte más.

Juegos móviles como Call of Duty o la versión móvil de Fortnite suelen variar su nivel de dificultad dependiendo de si usas los controles en la pantalla táctil o si tienes un control conectado al teléfono vía Bluetooth o USB.

Tu cuerpo es el control

Desde el Power Glove y el Power Pad del viejo Nintendo Entertainment System (NES), pasando por el Kinect de Microsoft y el PlayStation Move de Sony hasta los controles de realidad virtual en el Oculus Quest. Siempre ha habido una tendencia recurrente a prescindir de controles o hacer que sea el movimiento de tu cuerpo el que dicte tus movimientos en el juego.

La experiencia puede ser divertida y brindar un nuevo nivel de inmersión en el juego: Desde poder bailar al ritmo de Dance Dance Revolution, enfrentar a Darth Vader con tu sable de luz o jugar contra Rafa Nadal en Roland Garros. En un futuro no muy lejano, se podrán vivir experiencias multidimensionales a la hora de jugar, esto gracias a tecnologías como el Metaverso. Que por cierto, recientemente anunciamos trabajar de forma colaborativa con la empresa Meta para ampliar y explorar aún más estas bondades.

Por supuesto, esta visión del futuro tiene sus detractores. Gente para la que la experiencia del juego está en el momento de relajarse y distraerse de forma sencilla, sin mucho aparato ni mucha complicación.

Como sea, ¡pero juega!

Hay un control para cada estilo de juego y para cada forma de experimentar el gaming: ¡Lo importante es jugar! Recuerda, al final del día, todos somos gamers. Cada estilo tiene su magia y eso es lo que cuenta.

Dicho esto, a lo largo del tiempo hemos visto como todas las empresas intentan poner sobre la mesa esa gran cosa por venir. Ya sea una nueva forma de controlar los juegos, un nuevo control con nuevas funciones o prestaciones nuevas para el teclado y el mouse. La pregunta es esta: ¿Podrá alguno superar al siempre confiable control? ¿Cómo controlaremos los juegos en el futuro?

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